La prevención es la mejor defensa. Poseer habilidades y conocimientos para enfrentar situaciones de riesgo es fundamental para cualquier persona, independientemente de su género.
La capacidad de defenderte no solo previene convertirte en víctima, sino que también puede generar un mayor empoderamiento. Asistir a clases regulares de defensa personal no solo implica una actividad física, sino que también fomenta la disciplina, el enfoque y ayuda en el control emocional, la gestión del estrés, la concentración, la paciencia y la autodisciplina.
· La conciencia situacional es fundamental. Siempre sé consciente de tu entorno y evita situaciones que puedan ser inseguras.
· Al salir de tu casa, coloca tu bolsa debajo del asiento del conductor, donde no sea visible desde afuera.
· Al llegar a tu destino, no te quedes mucho tiempo en tu coche.
· No coloques stickers o calcomanías en tu vehículo que hagan referencia a que vas con niños o que tus familiares tienen hobbies específicos.
· Al caminar por la calle, siempre lleva tu bolsa del lado contrario a la calle.
· Camina en contraflujo a la dirección en la que circulan los autos para poder detectar cualquier amenaza que se aproxime.
· Si vas a los mismos lugares siempre, es prudente tener dos rutas de llegada y dos rutas de salida y alternarlas.
· Mantén vigilancia al llegar a tu destino y si es posible, contacta a alguien para que esté pendiente de tu llegada.
· En caso de un asalto, entrega tus pertenencias y aléjate sin dar la espalda al o los agresores para poder identificar detalles para informar a las autoridades.
· Hacer ejercicio y practicar artes marciales no solo te ayuda a protegerte en caso de un ataque, sino que también te da un mayor sentido de empoderamiento personal.
En México existen muchas escuelas de artes marciales en las que puedes aprender defensa personal como Zen Martial Arts & Fitness
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